(Armas del
Comandante, Sr. D. José Juan Carrión, como "Mester de Heraldía" del
Reino del Maestrazgo, según diseño del caballero, Sr. D. Rolando de Yñigo y
Genio)
La entrada de hoy no tiene por
fin exponer mis comentarios sobre las reglas de derecho que se puedan aplicar
para la adquisición, amparo y pérdida de las armas gentilicias, ni tampoco
recordar las festividades que guardamos quienes hablamos y rezamos en la lengua
de Cervantes, sino que redactar la despedida a la pluma virtual de un amigo, un
ilustrísimo miembro de la Comunidad Heráldica:
Hoy vengo en rendir mi sincero
homenaje y agradecimiento al comandante D. José Juan Carrión y Rangel, Oficial del
Cuerpo de Intendencia del Ejército del Aire de S. M.; Licenciado en Económicas;
Caballero de la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando; Medalla de Honor
del Gran Priorato de España de la Orden de san Lázaro; Diplomado de Heráldica
Militar y diplomado del Curso "Marqués de Avilés" sobre Nobiliaria,
Genealogía y Heráldica; y -por qué no decirlo- Mester de Heraldía del fabuloso
Reino del Maestrazgo.
Homenaje, por cuanto la pluma
virtual de don José Juan permitió la difusión, por gracia de la red, de una
disciplina que solía encasillarse en el esoterismo y academicismo histórico;
volviéndola a sus raíces: una ciencia que en las tierras del Cid y de Guzmán el
Bueno jamás se reservaron a la nobleza, antes bien eran el símbolo de las
familias y de su linaje; por tanto, posible de ser adquirido y entendido por
todo aquél que se precie de la sangre hispana, depositaria de la cortesía
caballeresca, de la galantería y del sentido del honor. Precisamente, el afán
diario de don José Juan significó que lectores de ambos hemisferios se
aproximaran a la Ciencia Heroica sin requisitos ni membrecía, que reconocieran
a las armas como un hecho general de civilización -en palabras del Vizconde de
Ayala- y un patrimonio cultural de la tradición de Occidente, y que pudiesen
tener en la bitácora del comandante Carrión un espacio para la sociabilidad
entre quienes examinan el fenómeno heráldico (aunque dicha sociabilidad, a
veces, le haya costado un dolor de cabeza a su redactor); en fin, gracias a don
José Juan -así como muchos otros- es que emergió espontáneamente la así llamada
Comunidad Heráldica, el lugar virtual donde todo aquél que se
interesase en el fenómeno del blasón, podía participar de él, sin otro
requisito que el respeto a la urbanidad y a los principios de esta disciplina.
Sin temor, puedo afirmar que sin la obra de don José Juan, la comunidad
heráldica sería algo difícil de concebir.
También, vinculado con lo
anterior, agradecimiento. En efecto, la lectura del blog de don José Juan, en
un día del otoño austral del año 2010 fue el hecho que me despertó del sueño,
dogmatista y esotérico, en que tenía recluido mis estudios aficionados sobre
las armas. Fue el ejemplo de don José Juan, y más aún las interrogantes que él
mismo presentaba o sus distinguidos y -nada de improbables- lectores, los que
me animaron a abrir esta bitácora dedicada al derecho de los blasones y, por lo
mismo, antes de publicar este blog, le pedí consejo al Comandante Carrión sobre
mis primeros comentarios; y cuya respuesta fue, como es su costumbre, de una
noble generosidad: celebrando mis opiniones, animándome a escribir más sobre la
materia y comprometerse a difundirlo en su propia bitácora. De más está
recordar que un caballero a carta cabal como don José Juan cumplió cada uno de
esos propósitos. De ahí que estoy en deuda de gratitud para con él, pues sin su
apoyo desinteresado, quizá mis pocas luces sobre Heráldica hubiesen quedado
ocultas bajo el pudor.
Desde luego, se comprenden los
motivos que implícitamente expone don José Juan para dejar de escribir: los
deberes para consigo mismo y para con la familia significan, en no pocas
ocasiones, la suspensión de las aficiones y de los estudios que se dejan para
el solaz. Con todo, la ventaja que nos proporciona la red de redes, es que todo
el material redactado -o editado- por el precitado gestor del "Blog de
Heráldica" estará ahí, presente, para todos los estudiantes de la Ciencia
Heroica: ahí estarán los comentarios de don José Juan, de elegante precisión
para abordar el fenómeno heráldico y, al mismo tiempo, matizados con un sabio
humor; ahí estarán las aportaciones de los más respetados heraldistas
iberoamericanos y europeos que buscaban publicar en el "Blog de
Heráldica" como reconocimiento a que esta bitácora era la tribuna
principal de la Comunidad; ahí están las referencias armeras de los distintos
extremos de la América y el Viejo Continente, enriquecidos con fotografías; ahí
estarán las querellas y debates sobre temas heráldicos o de otras disciplinas
afines (algunas de ellas, expresadas con tal furor, que don José Juan se vio
obligado a arbitrar); ahí estarán las cuestiones heráldicas y sus respuestas
que generosamente los lectores del "Blog de Heráldica" aportaban para
animar el diálogo dentro de la Comunidad. En resumen: el "Blog de
Heráldica" seguirá enseñando en el futuro, con el contenido publicado en
el pasado.
Nunca es motivo de indiferencia
el que un reputado escritor decida jubilar a su pluma; más cuando dicho
redactor es un amigo. La despedida de don José Juan es una noticia triste, pero
todos quienes le debemos amistad y gratitud sabemos que el "furor
heráldico" despertará otra vez, en algún momento y -permita Dios- más
temprano que tarde, las palabras amenas, llenas de humor sutil, pero llenas de
sabiduría de don José Juan, no sólo hablando de la heráldica o del orden
premial y ecuestre, sino de otros temas como la urbanidad, la Fe, el respeto al
orden natural de la familia.
Sin embargo, no quiero que este
hecho triste sea motivo de meras palabras, sino de acciones de gratitud: Desde
esta humilde bitácora, SOLICITO Y CONVOCO A VOTACIÓN LO QUE SIGUE:
POR CUANTO; la dedicación y rigor
intelectual de don José Juan a la Ciencia Heroica, expresada en los medios de
la Internet, han fomentado y expandido el estudio de la Heráldica en los países
de Iberoamérica en particular y en otros países no pertenecientes a la herencia
hispana, siendo el promotor espontáneo de la llamada "Comunidad
Heráldica";
Y POR CUANTO; sea por antigüedad
sea por trayectoria en las bitácoras publicadas en la Internet, el llamado
"Blog de Heráldica" tiene un lugar principal dentro de la repetida
comunidad, de manera que tal servicio debe ser justamente reconocido por
quienes participan dentro de esta última;
POR TANTO, PROPONGO:
PRIMERO: QUE SE
NOMBRE AL COMANDANTE SEÑOR DON JOSÉ JUAN CARRIÓN Y RANGEL COMO DECANO
Y JUEZ DE ARMAS VITALICIO DE LA COMUNIDAD HERÁLDICA.
SEGUNDO: QUE LA
COMUNIDAD HERÁLDICA SE FORMALICE, DENTRO DEL PLAZO DE UN AÑO, COMO UNA
ORGANIZACIÓN NO GUBERNAMENTAL Y DE EXTENSIÓN INTERNACIONAL, CUYO FIN SEA LA
PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO HERÁLDICO GENTILICIO, CORPORATIVO, ECLESIÁSTICO Y
OFICIAL, PASADO Y PRESENTE.
TERCERO: QUE LAS
DOS PROPOSICIONES PRECEDENTES SEAN SOMETIDAS A VOTACIÓN A TODOS QUIENES SE
TENGAN COMO MIEMBROS DE LA COMUNIDAD HERÁLDICA. EN CONSECUENCIA, SE INVITA A
CADA MIEMBRO DE LA COMUNIDAD HERÁLDICA A QUE PUBLIQUE SU VOTO EN SU RESPECTIVA
BITÁCORA O, EN DEFECTO DE ELLA, ENVÍE SU VOTO A LA SECCIÓN DE COMENTARIOS QUE
SE ENCUENTRA DEBAJO DE ESTA ENTRADA DEL BLOG. LA VOTACIÓN SE CERRARÁ A LA MEDIANOCHE
DEL TREINTA DE SEPTIEMBRE DE DOS MIL DOCE.
CUARTO: LAS
PROPUESTAS, O UNA DE ELLAS, SE ENTENDERÁ APROBADA SI TIENEN EL VOTO FAVORABLE
DE TODAS LAS BITÁCORAS QUE SE IDENTIFICAN COMO MIEMBROS DE LA COMUNIDAD
HERÁLDICA, ESTO ES, EXHIBIENDO LA CRUZ DE GULES CORONADA EN SUS PUNTAS CON LA
CORONA DE ORO DEL REY DE ARMAS.
Confío que esta propuesta sea
tenida a bien, como una justa retribución a favor de don José Juan.
Reciban todos y cada uno de mis
estimados lectores mi más atento saludo,